Muy inquietante

Muy inquietante

La reciente entrada en el blog de Rosa "ATRAVESANDO LA TORMENTA", contiene unas descripciones de la situación del partido que me parecerían más pertinentes, de proceder de un Erasmus que regresa tras varios meses de estancia en Finlandia, en vez de proceder de quién sería esperable una visión mucho más realista -si quieres, por dirigir el partido, sin cargar las tintas en los aspectos negativos-, pero realistas, junto a las cuales conviven frases muy acertadas, suscribibles por cualquier ciudadano entusiasta de la regeneración democrática, agrupadas, en un totum revolutum con otras, como éstas que coloco a continuación, que no casan con la realidad que día a día vivimos diferentes, afiliados, con alguna responsabilidad o de base:

• "Si algún militante cree que hay razones para pedir a los órganos de dirección que intervengan reglamentariamente contra alguien, que lo haga. Es su derecho –y yo diría que su deber-- hacerlo. Pero que lo denuncie formalmente ante la dirección."
• "Yo no quito ni pongo a nadie"
• "Esas son las reglas del juego. Y son las mismas para todos, sin ningún tipo de excepción. Se acuerdan entre todos y se aplican a todos por igual"
• "UPyD es un partido raro: defendemos que haya leyes transparentes, iguales para todos, que se apliquen a todos por igual; y a todo el mundo le parece muy bien; pero cuando lo ponemos en práctica…"
• "La aplicación de las normas democráticas nos va a fortalecer, haciéndonos más útiles para servir a los ciudadanos."
• "Hay millones de ciudadanos que quieren que UPyD sea un partido fuerte,"

Sin embargo hay una frase en especial que resulta altamente inquietante porque, en el mejor de los casos, supone un gran desconocimiento de la Ley de Partidos y los propios reglamentos del nuestro por parte de la máximo dirigente de éste. Y, en el peor, significaría que ese desconocimiento se transformara en"me importan un bledo leyes y reglamentos":

• "Hay catorce compañeros a quienes en aplicación de las normas y por acuerdo unánime del Consejo de Dirección se les ha abierto un expediente y se les ha suspendido cautelarmente de militancia. Todos ellos tendrán la posibilidad de explicarse y defenderse ante la Comisión de Garantías, que será quien eleve su conclusión definitiva al Consejo de Dirección."

Y esto es lo realmente inquietante, según se desprende de lo afirmado, la decisión sobre la resolución de nuestro expediente, en lo que compete al Consejo de Dirección, ya está tomada, pues se obvia la posibilidad de ser oídos previamente a cualquier decisión de éste órgano, como prescribe la Ley de Partidos y los Estatutos y reglamentos vigentes.

Mientras que a algunos por el mero hecho de manifestar nuestra disconformidad, sin contravenir ninguna norma del partido, se nos acusa precisa e indebidamente de hacerlo, y se nos monta un expediente sancionador con la pretensión de expulsarnos, no existe metedura de pata o extralimitación que realicen miembros de la dirección, aislada o colegiadamente, que no se excuse o esconda tras la manida frase de "somos un partido muy joven", sea cual sea la situación en la que se les pille con el carrito de los helados. Eso sí, si no se les pilla, pues silencio, no vaya a ser que "se desmotiven los afiliados". Falaz argumentación pues la realidad es que la dirección tiene bastante más horas de experiencia política que el resto de la militancia junta. Y así debe ser pues por algo es la dirección. Por tanto, a ellos no les vale lo de "joven" como excusa.

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Para los que duden:

Ley de Partidos.- Artículo 8. Derechos y deberes de los afiliados. Epígrafe 3º y Estatutos vigentes de UPyD.- Art. 9: Régimen disciplinario. La expulsión y el resto de medidas sancionadoras que impliquen privación de derechos a los afiliados sólo podrán imponerse mediante procedimientos contradictorios, en los que se garantice a los afectados el derecho a ser informados de los hechos que den lugar a tales medidas, el derecho a ser oídos con carácter previo a la adopción de las mismas, el derecho a que el acuerdo que imponga una sanción sea motivado (el que se nos hurta), y el derecho a formular, en su caso, recurso interno (el del Comité de Garantías, al que Rosa se refiere).