Algunas puntualizaciones necesarias

La admisión a trámite de la demanda que hemos interpuesto contra el Consejo de Dirección del partido los militantes expedientados por la decisión de este Consejo, ha suscitado una serie de reacciones que merecen algún comentario. Naturalmente no nos ha sorprendido la nota emitida el pasado día 19 por el propio Consejo, afirmando que “sí conocíamos la voluntad de los expedientados de hacer todo lo posible para impedir que celebremos en paz nuestro Congreso”, para terminar tachándonos directamente de “nuestros enemigos”. Cuando hay que defenderse con estos argumentos hay que colegir que algún fundamento debe de tener la demanda.

Sin ahondar en estas consideraciones, oír estas cosas produce una enorme tristeza. Esta sensación es todavía mayor cuando son nuestros propios compañeros de filas los que nos descalifican de palabra –generalmente en reuniones o asambleas de partido sin que podamos estar presentes- o por escrito (habitualmente firmando con seudónimos en los diferentes blogs existentes), sin más argumentos la mayoría de las veces, que la injuria o la mentira política. Hay que creer –yo, al menos, lo pienso así- que estos comportamientos obedecen más a la falta de información que a la mala fe. Seguramente a estos afiliados les resulta más cómodo pensar que somos un grupo de “resentidos, mentirosos y caraduras” (Gorriarán dixit), que sólo queremos destruir el partido, que no el que nos hayan movido motivos serios que anclan sus raíces en el Manifiesto fundacional y en nuestros Estatutos.

Quizá, para dejar clara la determinación que nos ha impulsado a presentar la demanda conviene puntualizar, al menos dos cosas:

Nos hemos visto obligados a recurrir al amparo judicial porque al sernos aplicada una medida cautelar de suspensión de militancia –figura que no se contempla en los Estatutos del partido- y al haberse ignorado (y, por lo tanto, vulnerado) el procedimiento contradictorio que recoge la Ley de Partidos (y también el artículo 9 de nuestros propios Estatutos) de ejercer el derecho a ser oídos con carácter previo a la adopción de la medida sancionadora, nos ha dejado en una situación de notoria y evidente indefensión. Y a esto hay que añadir que todos los intentos que hemos hecho de resolver esta situación por la vía del diálogo han fracasado.

En una situación en la que se nos despoja de nuestros derechos de afiliados de una forma dudosamente legal, ¿qué teníamos que haber hecho? ¿Esperar a que se nos comunicara la expulsión definitiva del partido, o a que se nos perdonara la vida una vez transcurrido el Congreso? ¿Y en nombre de qué íbamos a adoptar esta actitud? ¿En nombre de un ente superior, que se le tiene que suponer por encima de los derechos civiles fundamentales, y que se llama PARTIDO? Pues nosotros hemos creído que cuando la dignidad de las personas – que no es otra cosa que la conciencia de ser acreedor de derechos- es pisoteada no queda otra opción, en un Estado de Derecho, que recurrir. Es lo que hemos hecho, porque la medida que se ha tomado contra militantes que tenemos una identificación total con el proyecto político de UPyD, y que hemos demostrado una entrega incondicional de forma altruista –de ser meros arribistas no estaríamos en esta situación- nos ha parecido, además de ilegal, una ignominia.

En cualquier caso, nuestros compañeros están en su derecho de no aceptar nuestras razones, que tienen una raíz política más profunda que la interposición de la propia demanda, y que no es otra que reconociendo que en España los partidos políticos no cumplen con el artículo 6 de la Constitución –o sea, que no son democráticos- ya es hora de que, legalmente, se aborde esta situación y se impida que las cúpulas partidarias puedan someter a sus afiliados a la condición de mano de obra barata y a vivir en una situación de pura subalternidad. En definitiva, que se instrumenten las medidas jurídicas adecuadas para que los afiliados de cualquier partido disfruten de los mismos derechos que la Constitución otorga a cualquier ciudadano. Si nuestra demanda sirviera para tomar conciencia de esta situación, sólo por esto, nos podríamos dar por satisfechos. Estamos hablando de algo muy serio. Los partidos no pueden vivir en una burbuja ajenos al Estado de Derecho, y no pueden estar por encima de la Constitución, de la Ley de Partidos y, en general, de las leyes de la Democracia. Y esto vale para todos los partidos, incluido el nuestro, cuya razón de ser ha sido colocar en el frontispicio de su programa la Regeneración Democrática, que en nuestro país es tanto como decir que tendremos que empezar por regenerar los partidos políticos.

Es evidente que esta situación no tenía que haber llegado a los Juzgados. Sí así ha sido es porque la Dirección del partido, como apuntaba más arriba, ha adoptado una postura de fuerza y ha decidido llevarla hasta el final, sin medir las consecuencias, que –a corto plazo- son funestas para todos. Querer disfrazar, lo que no es más que lisa y llanamente una purga política, con argumentos legales, donde sólo hay motivos políticos, es deslizarse por un tobogán. Llegados a este momento, ¿es posible retrotraer esta situación a los cauces del acuerdo político de donde nunca debió salir? Es difícil contestar a esta cuestión. La solución no está en nuestras manos, después de no haber dejado de repetir que no queremos abandonar un partido que hemos contribuido a fundar, con el ánimo de cubrir un espacio político en la democracia española que la sociedad reclama porque los demás partidos no lo llenan. Pero insisto, la decisión de abordar una vía de solución no la tenemos nosotros. La salida pasa, en primer lugar, por la propia Dirección del partido, que tiene que mostrar la voluntad de abrir un punto de encuentro que sirva para resolver el problema. Hablando con claridad, la situación está en manos de Rosa Díez, si es capaz de apostar por un liderazgo integrador, en un partido que se reclama de vocación plural y transversal, frente al principio de autoridad, que de reafirmarse en él, nos abocaría definitivamente a un punto de no retorno. En segundo lugar, los afiliados tienen que dar un paso al frente, situar a la Dirección ante su responsabilidad y exigirle la solución razonable del conflicto de la única forma posible: levantar los expedientes y permitir la celebración de un Congreso que nos acoja a todos, sin trampas ni condicionamientos de ningún tipo. Este sería el horizonte más sensato, lo contrario dejaría al partido, cuando todos los vientos soplan a su favor, ante un futuro que se nos antoja incierto.


      Gerardo Hernández Les
      Andalucía - Málaga

4 comentarios:

Unknown | 23 de octubre de 2009, 10:39

Ese desideratum final de "solución razonable del conflicto de la única forma posible: levantar los expedientes y permitir la celebración de un Congreso que nos acoja a todos, sin trampas..." NO parece que tenga ya viabilidades =
- lo de los expedientados fuera del Partido antes de sustanciar posibles recursos... es claro; y
- en cuanto al Congreso, luego de todas las trampas para evitar que pudiésemos votar candidatos con el conocimiento de causa mínimo, es una vergüenza la broma de lo de las ENMIENDAS:
Cada una tiene que aludir a un PÁRRAFO preciso... y, sin embargo, a la hora de intentar conocer cuáles fueron presentadas para uno cualquiera te lo impiden salvo que te dediques a buscar una a una entre todas las de todos los Párrafos de su Título (634 sólo en el "I" de la ponencia Política, por ejemplo)...
Lo normal y obligado (para ser de verdad útil) sería que se ordenaran por PÁRRAFO pero es que entonces... se podría DEBATIR con perspectiva de todo lo enmendado en cada caso. ¡Y eso es demasiado, por lo visto, para las personas que conciben un CONGRESO con tanto y tan burdo ventajismo evidente!

Unknown | 24 de octubre de 2009, 14:30

Apreciado Gerardo, te envio este comentario desde el mail de un amigo. Agradezco tu paciencia, virtud imprescindible en el esfuerzo por seguir haciendo buena pedagogía desde los argumentos y huir de la demagogia de las descalificaciones. Mis felicitacionespor por tu escrito con el que he disfrutado por su claridad y coincidencia con mis mismasimpresiones al leer el comunicado de UpyD referente a la demanda. Pilar G Jauregui

Atenea | 24 de octubre de 2009, 18:59

Pienso que si Rosa al igual que el Consejo de Dirección fuesen capaces de ver el daño que esta sufriendo el partido deberían tratar de UNIR en lugar de llevar al partido a un punto sin retorno.
Lo primero que deberían hacer es abrir el diálogo con los expedientados, llevando a cabo los acuerdo necesarios para que el Congreso se lleve a buen fin, donde todos los afiliados se sienta integrados en el mismo.
Hay mucha gente que se esta marchando, gente muy valiosa y en los momentos que estamos no nos podemos permitir el lujo de dividir, si no de sumar, de que UPyD se haga cada día mas fuerte, que sea ese partido transversal en el que todos pusimos nuestras esperanzas.
Que no piensen que esto es una lucha a ver quien puede más.
Pido a Rosa que sea la líder integradora que todos esperamos.

Unknown | 24 de octubre de 2009, 22:00

Señores/as de UPyD.
Les recuerdo que los fundamentos básicos de este proyecto siguen vivos, se morirán si nos vamos, nos rendimos o no hacemos lo que tenemos que hacer, luchar por (LO QUE NOS UNE) el camino es largo, complicado, como la vida misma, pero tenemos que estar ahí, aquí, no será fácil, pero para quienes quieran manipularlo a su antojo lo tendrán mucho más complicado.

Juntos con la misma ilusión que antaño, con la idea de organizar, constituir un partido realmente democrático y diferente tal y como se fundó en su día este partido.

La perseverancia, el ímpetu, la astucia, y la inteligencia con un poco de paciencia, conseguiremos lo que tanto añoramos en este país, un partido sano, limpio, diferente a los demás, con democracia interna, de todos y para todos, con igualdad de oportunidades, y triunfen los mejores, con listas abiertas, los que más valores aporten al partido serán los elegidos, las alternativas y la critica forman parte de la buena salud de la democracia. Otras cosas ya las tenemos en este país, de las cuales sentimos vergüenza ajena, como españoles y como personas.

En este partido no sobra absolutamente nadie, al contrario estamos necesitados de personas como vosotros, espero que después del congreso de noviembre entre otras cosas se plasme una carta magna de recuperación de las personas expedientadas, expulsadas y los que dimitieron a mi juicio un poco precipitado tratándose de personas tan importantes en el partido, pues sin darse cuenta nos dejaron un poco con el culo al aire.

Si se van los críticos, los intelectuales, los veteranos, los cofundadores del partido, los críticos ¿que nos queda a los militantes de base, que en definitiva somos los resortes de un partido. Por favor que no se valla nadie, al contrario afilien a amigos, conocidos, aun que solo sea para hacerse ustedes si cabe más fuertes, y plantar cara a los que quieren hacer suyo y a su antojo este partido, empleando malas artes con los militantes que no están de a cuerdo con el giro que está tomando la dirección del partido hacia un cambio radical de los principios fundacionales del partido de UPyD, a caso se han olvidado de la declaración de principios del discurso de Rosa Díez en club Siglo 21, deberíamos recordar que significa para UPyD el 29 de septiembre del 2007.
Señores/as militantes de UPyD deben ustedes recordar por que se fundó esta formación política.

España necesita hoy más que nunca una alternativa política lo suficientemente fuerte para poner un poco de orden en la política de este país, flaco favor aremos a

España y al conjunto de la sociedad española si no aprovechamos esta oportunidad histórica de abrirnos hueco amplio en la vida pública y sólido como partido, un partido que debe ser modelo en el seno del partido, el convencimiento de una democracia interna es creíble cara al público y que honraría a los militantes de esta anhelada formación política.

España necesita imperiosamente un partido bisagra en el que tendrían que contar con él para gobernar este país. Para exigirles que cumplan con lo prometido en las campañas electorales, y negociar las leyes y presupuestos del estado para todos los Españoles sin distinción de categorías o clases, y evitar que negocien con mercaderes y chantajistas políticos, marginando siempre a los mismos, las regiones más pobres.

Señores/as militantes de UPyD creo que España se merece el esfuerzo de todos nosotros y de muchos más que se incorporaran en función de lo que hagamos en este momento tan determinante, que nadie se marche, en la foto cavemos todos y muchos más.

Saludos.

Josetxo Ribadeo.