La Ley de Hierro

Una vez celebradas las elecciones europeas, es el momento de abordar algunos problemas que el lógico sometimiento a la primacía de la campaña nos impedía hacerlo. Los resultados de las mismas, siendo moderadamente buenos desde el punto de vista del crecimiento comparativo, se compadecerían de otras interpretaciones más exigentes; pero no es nuestro propósito entrar en su análisis concreto, aunque la reflexión que sigue no pueda separarse de los fines (y resultados) electorales. El futuro del partido, y su presencia institucional para lograr las metas que motivaron su nacimiento, guarda relación con el grado de cohesión que se alcance en el interior del partido. Es esto de lo que queremos hablar.

Es paradójico que a medida que los mensajes de UPyD van teniendo una mayor aceptación entre los electores, sea dentro del partido donde la dificultad de entendimiento se va haciendo más patente. Lo ocurrido en el Consejo Político del pasado 28 de marzo sólo es una muestra de lo dicho, y no es una exageración afirmar que el clima de inquietud y de escepticismo ha ido cundiendo en el seno de UPyD por parte de muchos afiliados a lo largo de los últimos meses transcurridos. Este es un hecho real, que no se saca a la luz por incordiar a nadie, sino por facilitar una discusión necesaria y razonable que permita abordar este problema, que es una forma de empezar a resolverlo. Sin duda, mejor que la de ocultarlo.

El grupo de escépticos y desanimados no es precisamente un grupo de pasotas, sino de gentes con un alto grado de idealismo, en su mayor parte, algunos de los cuales han entregado mucho trabajo y esfuerzo al partido, pero que les resulta muy difícil de entender su militancia cuando la disciplina, que es exigible e imprescindible a cualquier organización política que quiera cumplir con sus objetivos, no se acompaña de un exigible grado de democracia interna que la legitime. Estos militantes se encuentran en desventaja con quienes anteponen sus fines (menos idealistas) de promoción personal en los aparatos de los partidos a la democracia interna. Ya sabemos que cuando se da esta situación la igualdad entre los afiliados se rompe, que el conflicto deviene inevitable, que el aparato suele terminar ganando y la democracia perdiendo, si no se produce un proceso de concienciación colectiva de difícil generación.

Esto es lo que está pasando. Y el resultado es que hay militantes que se van a su casa harto decepcionados, otros han ido siendo relegados, y también están los que han sido expedientados. Y, al final, lo que ocurre es que se está empezando a producir entre nosotros un proceso de selección negativa (donde se promociona a los más mediocres, pero fieles, y se arrincona a los más válidos), que denunciamos cargados de razón cuando se da en otros partidos, y a cuya influencia achacamos no poca responsabilidad en los problemas que padece nuestra democracia.

Ante esta situación de innegable desaliento, soy de los que creo, al igual que otros muchos, que hay que reconducir el proyecto de UPyD hasta los propios fundamentos que dieron lugar a su creación el 29 de septiembre de 2007. Quienes contribuimos a su fundación desde prácticamente el primer momento –o quienes han llegado después- no tenemos por qué pensar en abandonar el partido por el hecho de que se produzcan diferencias con la Dirección en la manera de entender políticamente la estructura organizativa –que no afectan directamente a las líneas básicas del programa ni a la acción política- aunque sí al dato esencial de darnos un modelo de partido u otro, que es tanto como definirnos sobre la forma de ejercer la democracia, y que, inevitablemente, será la imagen que proyectemos hacia el exterior.

Es por eso, que quienes hemos advertido de esas diferencias, ni creemos que tengamos que irnos, ni estamos dispuestos a marcharnos, aunque se nos pueda colocar en una situación de cierta incomodidad. Ejercer la crítica, cuando se hace respetuosamente y sin ataques ad hominem, es un derecho, no un delito del que haya que avergonzarse. El partido es de todos, no es una marca registrada bajo el nombre particular de nadie. Las diferencias se resuelven en el debate interno y se sancionan con mayorías y minorías, que tienen su reflejo en los órganos de representación elegidos, que serán aceptados por unos y otros, siempre que las reglas de juego establecidas hayan sido las mismas para todos y las condiciones de igualdad sean las que recoge el artículo 23.2 de la Constitución. La igualdad es la palabra clave en los discursos de UPyD cuando se dirige al conjunto de la sociedad; y esa igualdad, que queremos que sea una realidad en las relaciones entre españoles, también queremos que lo sea en el seno de nuestro partido. El llegar a materializar esta esperanza fue una de las razones que atrajo al partido a mucha gente que no arrastraba la cultura autoritaria de los viejos partidos, o se había desprendido de ella.

Las condiciones de democracia limitada –pero que fueron aceptadas por todos- para que el partido pudiera comenzar su andadura, tenían fecha de caducidad hasta la celebración del Congreso. Una vez convocado éste ya no es aceptable mantener las mismas estructuras de poder con las que hemos funcionado hasta ahora. El desagradable debate que se vivió en el Consejo Político al que hacíamos referencia más arriba, tiene su origen en la presentación –y posterior aprobación- de un Reglamento para el Congreso que pretende mantener la situación actual con una mera aplicación de maquillaje. No puede entenderse de otra manera el hecho de que el citado Reglamento establezca elección con listas abiertas para el Consejo Político –que es un órgano destinado a ser puramente deliberativo con mínima capacidad de decisión- y, por el contrario, el Consejo de Dirección –máximo órgano ejecutivo y de control- se elegirá en lista cerrada y bloqueada presentada por el/la Portavoz.

A las alturas de la historia en la que estamos viviendo (y en el caso particular de la España partitocrática en la que estamos instalados), el sistema de listas completas, cerradas y bloqueadas supone una restricción clara de la libertad de elección de los ciudadanos (y de los afiliados a los partidos políticos), y en un partido que se pretende alternativo a las formaciones tradicionales y que tiene como guía de su acción política la regeneración de la democracia, es más que una contradicción, es una negación flagrante de sus principios fundacionales. Después de habernos cansado de enviar a la sociedad el mensaje de las listas abiertas –como faro de la regeneración- la pregunta que tenemos que hacernos es: ¿cómo justifica la actual dirección del partido esta decisión?

Tratar de basarla en la necesidad de hacer equipos compactos, sin fisuras, que garanticen la toma de decisiones sin perderse en muchas discusiones –con el riesgo de quedarse en minoría en alguna ocasión- es la misma argumentación que explica la existencia de los rígidos aparatos que gobiernan al PSOE y al PP, a los que tanto criticamos por su falta de democracia interna.

Querer blindar un aparato férreo que mantenga al partido al abrigo de situaciones de posible desintegración como las que está sufriendo Ciudadanos, es otra forma de intentar desviar el problema. Como si el problema de Ciudadanos tuviera que ver con la ausencia de disciplina, con la falta de “mano dura”, o con un exceso de democracia interna.

No hay que buscar coartadas para no enfrentarse con la realidad. En España, los partidos políticos surgidos de la Transición –algunos eran una mera reencarnación de si mismos- han evitado siempre su democratización interna. El grupo de dirigentes que se hace con el poder ha considerado éste como un objeto de propiedad privada hereditaria, y se ha ido renovando endogámicamente, huyendo siempre de las elecciones primarias y las listas abiertas.

Cuando nace UPyD, lo hace, entre otros objetivos, para denunciar esta situación y crear un partido ejemplarmente alternativo. Hasta ahora podemos admitir que no ha tenido tiempo para hacerlo, pero si después del Congreso de otoño mantiene la misma estructura de control vigente hasta hoy, nadie podrá defender que estamos ante un partido diferente a los demás. Pretender que el nombramiento discrecional por parte de el/la Portavoz de todos y cada uno de los miembros del Consejo de Dirección, nos haría más democráticos que nadie por el hecho de poder presentar cuantas listas cerradas quisiéramos, sería una especie de fraude a nuestros principios fundacionales, y no pasaría el test de la opinión pública.

Creo que todavía hay tiempo para resolver este problema en los términos que den satisfacción a todos. Somos muchos los que pensamos así, y estamos convencidos que el Congreso, siendo soberano, zanjará positivamente este debate si impera la voluntad política de acuerdo. Los grandes retos que tiene planteados el partido –y aquí no existe ningún desacuerdo- tales como las reformas que atañen al modelo territorial, a la Justicia, a la Educación, a los derechos lingüísticos, etc. etc., no es posible afrontarlos sin salir del Congreso como un partido unido.

Concepto éste de la unidad que no es sinónimo de unanimidad. En la época que nos ha tocado vivir, unanimidad es equivalente a exclusión, marginación, represalias, etc. Cualquier dirección política partidista que la pretenda sólo puede hacerlo desde el sectarismo, y siempre hay una frase que define su voluntad: “todavía no hay condiciones para abrir el partido”. Quienes hablan así saben muy bien que esas condiciones nunca se darán. Esta es la Ley de Hierro de los partidos, que en España nadie ha sido capaz de romper.


Gerardo Hernández Les
Andalucía - Málaga
Miembro del Consejo Político



11 comentarios:

Capitan Ahab | 12 de junio de 2009, 10:39

Gerardo,

No puedo estar mas de acuerdo contigo. Es más, si prospera o tiene posibilidades de prosperar lo que proponéis, UPyD tendrá un incondicional más en mi. Y un afiliado.

Espero que tengáis suerte, seguiré con detalle e ilusión todo el proceso.

Menruitin | 13 de junio de 2009, 19:49

Hola, me llamo Miguel López Gaspar. Hace dos años apoyé las candidaturas por Málaga vía radio. Solicite mi afiliación por internet, se me dijo que se me contestaría. Intenté hablar varias veces con Gerardo aquí; imposible comunicar ideas. La distancia entre nosotros y la dirección del partido es un abismo. No hay comunicación. A mí, personalmente, sólo me interesa la Defensa de La Soberanía Ciudadana, secuestrada por las oligarquías políticas. Somos los dueños de la Cosa Común, y, además, soberanos (dueños polítos, sin que pueda haber jefe o mandamás por encima nuestro). La ilusión del principio empieza a desmoronarse, yo, reclamo la Democracia para los españoles, no el sometimiento a oligarquías. Exíjo la reforma de la ley de partidos pues impide mi participación libre y exige me someta a un partido. Sólo los ricos, muy ricos, pueden levantar partidos y sólo desde la Administración de un Estado se puede sostener. ¿He hablado claro y respetuoso? Queremos Libertad! No Sometimiento.

Atentamente

Miguel López Gaspar
miguellopezgaspar@msn.com

Capitan Ahab | 14 de junio de 2009, 12:00

Bueno, claramente eso es lo que trata de evitar esta iniciativa. Yo creo que hay que aplaudir y apoyar este grupo, que trata de introducir aire fresco, democracia y debate en UPyD.

Leo | 17 de junio de 2009, 10:58

¡Bravo, Gerardo!

Lo has expresado perfectamente. Ojalá seáis capaces de hacer ver a los demás que es el único camino.

Unknown | 17 de junio de 2009, 23:04

Por razones obvias voy a ser "otro pepitogrillo". Estoy con vosotros a tope porque sin vosotros, sin personas como tú,Gerardo, este, deja de ser el partido en el que me afilié.
Lo que realmente "desbroza y destapa" la condición moral,intelectual, ideológica y democrática de los dirigentes de upyd es que a una persona como tú, referente ético, intelectual , demócrata empedernido e idealista puro – de difícil encaje en política -, lo relegan, lo apartan en una demostración de soberbia y torpeza porque quien aparta a los mejores – es lo que hace este partido -, es un mediocre inseguro que teme perder sus prebendas, su poder.... No soportan que nadie discuta o cuestione sus decisiones, no son demócratas, solo son profesionales de la política – los que lo sean porque hay mucho aspirante a subir al tren– y tu integridad no te permite decir amén a todo y cuando se invaden tus principios éticos, dices basta. Algunos de ellos tienen información pero no son intelectuales ni tampoco utilizan su información con rigor, la utilizan alterándola y acomodándola a sus intereses. No soportan que alguien sea superior, tienen temor a que sus miserias intelectuales, morales y democráticas salgan a la luz ; temen el debate , que se las pueda cuestionar con el rigor argumental, lógico y poderoso que tú puedes esgrimir. Para ellos representas el riesgo de quien puede destrozarles en un debate, demostrar lo que esconden bajo la alfombra de su conducta, demostrar lo que son por lo que hacen , demostrar su intolerancia y en definitiva , quitarles la careta.
Por lo demás Gerardo...., eres un lujo para cualquier proyecto humano que se precie .Una vez más haces diana con tu análisis certero, respetuoso y ecuánime en un diagnostico indiscutible. Tan indiscutible que quieren secuestrar tu voz. No os permitirán debatir limpiamente, no te merecen a ningún nivel y los lodos que se han gestado no mezclan con tu compromiso ético , de justicia y de libertades. El tiempo es oro
Desconocen tus capacidades y tu coraje quienes en una borrachera de aparente triunfo, de soberbia intelectual ,utiliza una vara de medir con la que no puede tomar tu altura por falta de los más elementales principios de libertad, igualdad, equidad e inteligencia.
Gracias por ser como eres
Un fuerte abrazo
otropepitogrillo

Unknown | 20 de junio de 2009, 19:21

Acabo de leer el texto de Gerardo Hernandez Les y me sorprende…este hombre tiene la rara virtud de sorprenderme. El caso es que no recuerdo que nada de lo que pone ocurriera durante su gris mandato como Coordinador del CEP de Málaga, es más, me atrevería a decir que las persecuciones, las desinformaciones y las imposiciones marcaron el orden del día de casi todas sus pocas actuaciones, y el resultado era siempre el mismo: “ o estás de acuerdo, o te vas, o te echo”.

Puede ser también que la edad le haya afectado a la memoria, o que transforme su percepción de la realidad…en todo caso difiere bastante la bonita teoría que expone de la realidad práctica de su quehacer político…y digo yo, y acabo ya ¿ si tanto desacuerdo tiene, porqué sigue formando parte del consejo político? qué te gusta un título, mi estimado amigo Gerardo.

Mastia.

Soy amigo de UPyD en Málaga | 21 de junio de 2009, 12:49

Sentimos mucho tu marcha como coordinador provincial de Málaga, pero los amigos de UPyD en Málaga no comprendemos porque antes de irte no convocastes una asamblea para explicar las razones de tu marcha, yéndote por la puerta de atrás y nombrando a dedo al actual coordinador provincial.

¿Porqué criticas la falta de democracia si al final trágicamente te conviertes en garante de la actual situación en Málaga?

amigosupydmalaga@blogspot.com

Unknown | 23 de junio de 2009, 18:23

Para quien firma Mastia
No sé quién eres , desde donde escribes ni a quien obedeces pero si sé que llevarías camino de hacer carrera política como correveidile si este partido saliese adelante cuestión harto difícil con los muchos personajes de tu catadura que se reúnen en este proyecto para vivir de la política.
De los dedos de una mano sobran dedos para encontrar en este partido personas de la catadura moral, intelectual y democrática de Gerardo. Gerardo es un referente que muchas personas como tú envidian por su calidad humana y tu correo es propio de quien desea destruir a una persona porque quien quiera que sea el que ha decidido este mensaje - por cierto ,muy miserable –, desea destruir su alto y dilatado patrimonio humanístico y lo hace desde la cobardía del anonimato. Quienes conocemos a Gerardo sabemos que debate con todo el que se lo pide. Si tienes el coraje de hacerlo, prepárate porque él, no te impedirá satisfacer tu ira injuriosa aunque saldrás chamuscado… ¡¡¡¡¡¡
En cuanto a sus condiciones cognitivas solo un corrupto moral como tu puede decir lo que dices, pero quienes le conocen ya saben la clase de forraje humano que te acompaña.
Salud mental, física e intelectual

Gerardo, hiciste diana con el título de tu artículo

Unknown | 23 de junio de 2009, 18:27

Para amigosupydmálaga
Como suele decirse, con amigos como vosotros upyd, no necesita enemigos. Con estas insidias os estáis cargando el partido en Málaga cuando lo que tendríais que hacer es lavar la ropa sucia dentro de casa, pedir una reunión aclaratoria al coordinador territorial invitando a Gerardo que “ en vivo y en directo “, con seguridad en os satisfará generosamente en lugar de injuriar a una persona que es modelo de compromiso ,comportamiento humano y defensor de libertades. Es una cobardía injuriar, mentir, falsear la realidad como si los valores os hubiesen abandonado. Las personas auténticas cuando tienen que decir las cosas lo hacen a la cara pero cuando se carece de argumentos, se falsea la realidad y lo fácil es el torticeo aunque a la vista de las cosas parece ser que se ha organizado una caza de brujas y hoy es más importante para upyd destrozar el prestigio de Gerardo que crecer como partido. ¿ no será porque preocupa la determinación, el coraje y las capacidades de Gerardo y salís en tromba a por él ? Esta estrategia me recuerda otras – de menor importancia - de este partido en otras territoriales. Por otra parte no comprendo como el coordinador Territorial no salga al paso y tome iniciativa para convocar una reunión con todas las partes salvo que, este Sr. ,esté facilitando la caza de brujas. Lo dicho, Gerardo, hoy es más importante tu desprestigio que la organización del partido que por lo visto tiene garantizado un buen número de correveidiles con los que sin duda podrá conformar el partido más democrático de Europa y del tercer mundo.
A ver si crecéis un poco y dais la cara como personas hechas y derechas que parecéis chavales de patio de colegio enrabietados porque sois incapaces de competir limpiamente sin arterismos.
Un cordial saludo y por la sombra


Lo dicho..., hiciste diana con el título

Unknown | 28 de junio de 2009, 18:17

Mi estimado Pedro, adalid de Gerardo: nadie me manda, yo nací en libertad y vivo libre, y no soporto las medias verdades y la desinformación, propias de la mediocridad que Gerardo intentó implantar en Upyd Málaga y me alegro infinito de que se puedan contar con los dedos de una mano personajes de la catadura de Gerardo, aviados estábamos en caso contrario; tampoco dudo de la posibilidad de que un sofista con Gerardo me gane en el terreno dialéctico, tal vez porque soy persona de actividad y hechos, no de intrigas y tejemanejes….pero, ¿sabes una cosa? la lealtad, algo que Gerardo no conoce ni de oídas, con que tratas este tema, te honra, aunque tal vez no ignores que las verdades muchas veces son del color del cristal con que las miras…………búscate otro héroe, te mereces algo mejor.

Mastia.

Administrador | 29 de junio de 2009, 2:12

Mastia, primer y único aviso. Sus problemas y frustraciones personales con Gerardo Hernández Les, haría bien en tratar de solucionarla, cara a cara, con él.

Este es un lugar para opiniones a favor, o en contra, de los textos expuestos, no para barriobajeros ajustes de cuentas.

Gracias por modificar su lenguaje si decide y/o si sabe hacerlo. De lo contrario, vaya Ud. con Dios.