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Carta a Carlos Martínez Gorriarán

Colocamos en nuestro blog, previos los permisos de los interesados, un correo-carta enviado a Carlos Martínez Gorriarán por una afiliada de UPyD, gran afiliada y entrañable persona, realizando una pregunta, intentando salir de su perplejidad sobre coherencias, o incoherencias, del donde dije digo, digo Diego del discurso, a lo largode los tres últimos años, del responsable de Comunicación y Programa de nuestro partido. Esta carta, ha sido publicada en el blog amigo, y de amigos: Plaza Moyúa, al que recomiendo la visita habitual y con la expresa consigna del "PÁSALO". Perplejidad a la que, antes o después, hemos llegado todos aqu afiliados y simpatizantes del proyecto al darnos cuenta del cambio, sin avisar, de la dirección del partido hacia posturas diametralmente opuestas a las iniciales de UPyD. Ya digo, unos hace bastante y otros más recientemente, lo hemos observado, aunque lo verdaderamente importante, y quizás la única posibilidad de salvar el proyecto, esté en que todos nos demos cuenta de ello.

No quiero añadir nada más por respetar y presevar intacta la intención de la autora de la carta, simplemente añadiré, al final, un cometario del administrador del blog
Plaza Moyúa que entiendo clarificador y bastante descriptivo de esta entrañable a la par que demoledora compañera.






De: ####
<###@###.com>
Fecha: 24 de agosto de 2009 14:42:24 GMT+02:00
Para: CMG <###@upyd.es>
Asunto: su artículo en ABC de marzo de 2006

Don Carlos

Solo quería ponerle un enlace, a un artículo que circula por la red, escrito por usted, y dedicado a Rosa Díez en marzo de 2006.

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-29-03-2006/abc/Opinion/la-democracia-en-los-partidos_142928193204.html

Por supuesto, ni pretendo ni espero que me conteste.
Pero me encantaría que escribiera en su blog, o en la portada de la p. web, o en algún sitio con la suficiente difusión, una explicación para que los mindundis entendamos como se compadecen este artículo , la actual estructura de UPyD, y la que se está preparando para después del congreso.

Que estoy convencida de que hay una explicación clara, que la estructura actual se montó para el principio, para poder trabajar con un poco de comodidad mientras se organizaban las cosas, pero que luego se acercarán mucho más a lo que propugna su artículo.

Muchas gracias y perdone mi osadía

##### #######
afiliada ####
(Viejecita)






plazaeme
Dice:

Por una vez disiento, Bubo. Ese pedir perdón es maravilloso, y es lo que le da el toque surrealista definitivo a email.

No se me ocurre una manera más sutil de llamarla sátrapa a alguien, sin que pueda protestar ni un pelín. Por no hablar del espejo que le planta delante de la cara.

Es asombroso. Es … Viejecita.

Por favor, V. Si alguna vez decides ir a por mí, dame tiempo antes para salir corriendo …



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El Caos de Sevilla (2ª parte o El Pacto de la Juliana)

En diciembre de 2008, un grupo de afiliados de Sevilla deciden hacer una comida-reunión en una urbanización de la provincia de Sevilla donde viven tres de ellos, llamada La Juliana. Supuestamente se trata de reunirse los “históricos” del partido. No es tan así, se reúnen los que quieren, no están muchos de los primeros, y asisten algunos que se afiliaron mucho después, incluso después de ser candidato en las listas electorales (pero eso puede pasar hasta en las mejores familias, parece ser que Sosa Wagner aún no se ha decidido a dar el paso). Personas que asisten: Antonio Postigo, Armando Flores, Gabriela Duarte, Miguel Ángel Lobato, Pedro Vicente, Manuel Gómez Casas… ¿os suenan esos nombres?
Desde esa reunión, según los asistentes, comida entre amigos y charla informal nada más, las cosas en Sevilla empiezan a cambiar. Radicalmente. De ahí que entre los críticos, los proscritos, los expedientados, llamemos a esa reunión y a los resultados de la misma: El Pacto de la Juliana.
¿Qué pasó a partir de ahí? Los que estaban retirados en sus cuarteles de invierno, deciden reaparecer. Armando Flores acude a una reunión de Sectoriales de la Territorial y anuncia que ha sido llamado para ocuparse de la sectorial de Economía, aparece por las reuniones del CEL de Sevilla, al poco es nombrado responsable de Estrategias y Programas, lo intenta también en el CEP de Sevilla, buscando asumir las funciones de Urbanismo en Sectoriales. Pero, por un lado, esa función ya ha sido adjudicada a otro compañero, y por otro, Juan Antonio Jiménez, elegido en Asamblea como responsable de Sectoriales, no parece muy dispuesto a hacer hueco a Armando.
Mientras tanto, el coordinador de Sevilla Capital (1), elegido en asamblea de afiliados también (pero en este caso, contando sólo con 12 votos para salir elegido y que se pueden desglosar fácilmente: tres del CEP, el coordinador se abstuvo y los responsables de Finanzas y de Organización no son afiliados de la capital, los cinco candidatos al CEL y cuatro desorientados más) a quien se le ha subido el cargo a la cabeza y que insiste en que alguien le dijo hace tiempo que el CEL de la capital iba a ser más importante que el Comité Provincial, quiere funcionar por libre, sin contar para nada con los miembros del provincial que, según la estructura jerárquica de UPyD, le guste o no, son sus superiores y, según el organigrama, concretamente el responsable de Organización, en este caso, Manuel Pérez Blanco. Todo este proceso culmina con el envío de un email (2) del Coordinador de Sevilla capital, Jorge Mozo, a todo el equipo del CEL y al Coordinador del provincial donde dice textualmente: «Exijo que Manuel Pérez, Fernando García y Rocío Fondevila dejen inmediatamente de difamar y de acosar telefónicamente a los miembros del CEL de Sevilla con afirmaciones sin fundamento. A partir de ahora no voy a tomar por seria ni voy a responder a ninguna afirmación sobre el CEL de Sevilla, sus actividades o alguno de sus componentes, a menos que esta se produzca por escrito y con datos que lo fundamenten.»
Desde el momento que los tres interesados tienen noticias de este mail, preguntan insistentemente a Jorge Mozo a qué miembro del CEL, cuándo y de qué modo, se ha difamado, acosado o insultado. Ninguna respuesta por parte del que “exige”; se solicita al coordinador provincial que, dado que no ofrece explicaciones al respecto, pida a Jorge Mozo que se retracte de esas acusaciones. Antonio Postigo no lo considera adecuado, el pacto de la Juliana ya estaba en marcha, Antonio había recibido claramente la consigna de desestabilizar el partido y, Rocío Fondevila, cansada de esta situación, de las injurias y del desamparo por parte de quien se suponía que tenía que defenderla por estar al corriente de los hechos, presenta su dimisión al terminar la reunión de la Coordinadora del 1 de abril.
Ese día 1 de abril, como había Coordinadora Provincial, se propone celebrar una reunión previa, como se ha hecho en muchas ocasiones, en casa de uno de los compañeros para organizar los temas a tratar y para ocuparnos de algunos asuntos propios de la Permanente (3) ya que la semana siguiente el día de reunión será Miércoles Santo y no podrá tener lugar la reunión semanal, lo cual va a hacer que se pierdan dos reuniones consecutivas de la Permanente. Todos los compañeros están de acuerdo en la celebración de esa reunión, salvo Antonio Postigo que contesta, textualmente: «No sé qué temas son los que tenemos que ver tan urgentemente que no puedan esperar a una próxima permanente Así que la reunión no tiene lugar.
Sin embargo, al llegar a la sede, va acercándose uno a uno, en privado, a los distintos compañeros de la Permanente y explicándole que ha decidido nombrar a Juan Antonio Jiménez como responsable de Campaña para las Europeas. Todos le contestamos que no tenemos inconveniente en la persona, pero sí en las formas de nombrarla. Al terminar esa reunión queda aprobado, ya por toda la coordinadora, el nombramiento de Juan Antonio.
No obstante, en esos días, Juan Antonio recapacita y decide que no le agrada asumir esas funciones, o que no le viene bien por razones personales o familiares y, entre él y Antonio Postigo deciden nombrar a otra persona para esas funciones. Y lo comunica a sus compañeros con el siguiente email:
«Estimados amigos tras leer las obligaciones que piden de Madrid para
el Coordinador de Campaña de las Europeas, Juan Antonio Jiménez ha
visto que su disponibilidad horaria probablemente le impidan llevar la
campaña como a él le gustaría. El compañero Jesús Mirón se ha ofrecido
a asumir dicha responsabilidad ya que tiene mayor disponibilidad
horaria, a Juan Antonio no le ha parecido mal ni a mi tampoco por
tanto, Jesús se encargará de coordinadar la campaña

Las reacciones no se hacen esperar. Lo contaremos en la tercera parte.

    Magenteros
    Andalucía - Sevilla



(1) Antes siquiera de ser elegido, el candidato necesita: «Saber si el CEP actual está al tanto de las manifestaciones que E. B. hizo acerca del papel del CEL de Sevilla, sobre su importancia estratégica y sobre el grado de autonomía que iba a tener». Es decir, si se molesta en estar al frente de un CEL, tiene que saber previamente que es importante y autónomo; estar bajo la supervisión de alguien, imposible.

(2) Como entendemos que un email es propiedad del que lo recibe y no del que lo envía, una de las personas que lo recibió, encontró adecuado dar a conocer el contenido del mismo a las personas que habían sido injustamente acusadas.

(3) Permanente: término acuñado por Armando Flores (imaginamos que será un vocablo que se usa en el PSOE, donde este señor militó treinta años) y con él se designaba a su equipo más cercano y, posteriormente, sirvió para distinguir a los seis miembros elegidos en Asamblea el 30 de octubre y que se reunían regularmente todos los miércoles - Antonio Postigo, Manuel Pérez, Rocío Fondevila, Miguel Ángel Castilla, Javier Gómez y Juan Antonio Jiménez-. Cada una de estas seis personas había ampliado sus áreas respectivas con colaboradores que era lo que llamábamos Coordinadora Provincial. Posteriormente, desde Madrid se ha desautorizado el uso del término Permanente, suponemos que por saber que era un órgano elegido democráticamente, y eso duele…
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A petición de Cristóbal, agrego una imagen con los resultados en las elecciones al CEP de Sevilla del 30 de octubre de 2008 (espero que se vea bien).
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La evolución necesaria

Ha pasado la primera oleada. Los hechos que han venido ocurriendo en nuestro partido han salido a la luz. Los afiliados y simpatizantes ya no tenemos una sola fuente de información, como la que hasta hace poco “vendía la moto” de lo maravillosamente que se estaba haciendo todo. Ahora ya no es posible navegar por encima del bien y del mal, causando estragos entre los afiliados, pero con la etiqueta autoadjudicada de ser la solución a todos los males de nuestra sociedad. Suele decirse que el primer paso para iniciar la curación de muchas enfermedades es conocer su existencia. Ahora toda España sabe que existe una crisis en UPyD. Quienes entienden un partido político como su instrumento de promoción, personal o sectaria, pueden ver en esa publicidad una deslealtad cometida por enemigos. Quienes entendemos los partidos como cauces públicos para la vertebración política creemos que, de lo público y de lo político, públicas han de ser las cuentas. Conste también que la crisis no la ha provocado la afloración de la crítica, sino que ambas son consecuencias de la pésima y a pesar de ello prepotente gestión de la Dirección.
Hace años que existe demanda social en España de un partido que sirva de cauce, que no de instrumento, a muchos ciudadanos disconformes con el bipartidismo imperfecto, los abusos nacionalistas y la escasa calidad con que se gobierna el Estado. Dicho de otra manera, echamos de menos una mezcla de libertad, progreso y honradez en la gestión de nuestra “Res Pública”. Primero vimos la esperanza de color naranja con Ciudadanos. Después se tornó magenta* con UPyD. Muchos nos ilusionamos y trabajamos por ello. Ahora está llegando el momento de ver si esta última organización va a estar a la altura de lo que se necesita.
Al margen y en contra de lo que podrían entender los sectarios, entendiendo como sectario lo que dice el diccionario de la RAE en sus dos acepciones: “1. Que profesa y sigue una secta y 2. Secuaz, fanático e intransigente, de un partido o de una idea”, lo importante del partido no es que triunfe por encima de todo, sino que persiga aquella finalidad para la que se concibió y que tanto dicha finalidad como la forma de perseguirla sea legítima. Por eso, visto que su dirección puede estar torcida, es imprescindible solicitar del partido que se enderece, incluso provocarlo. Si ello no fuese posible, para muchos entre quienes me encuentro esta organización habría dejado de tener legitimidad y coherencia, y ya no sería la nuestra. En resumen, en política la lealtad verdadera lo es ante la propia conciencia y ante los ciudadanos a los que se intenta representar y servir.

La conciencia crítica entre los afiliados por fin existe. Las disconformidades, que antes y aún desgraciadamente ahora se tornan muchas veces en abandonos, ya cristalizan en posiciones colectivas. Se ha pasado de la oscuridad a la luz, de tal forma que podemos saber hacia dónde vamos y decidir si se hace o no. De forma pareja a cómo el siglo de las luces terminó con el absolutismo**, o de cómo la imprenta fue clave en el éxito de las herejías de Lutero***, la información y la comunicación han venido para quedarse. Este proceso, del que hemos asistido ya al inicio, tendrá un punto de inflexión. Si el “aparato” intenta legitimar su línea, camuflando o incluso disfrazando como pueda un congreso previamente capado, UPyD estará perdido y muchos perderemos el interés y el cariño por él. Sin embargo, aún puede realizarse un verdadero Congreso Constituyente plenamente democrático. Para ello, entre otras cosas, habría que revocar el actual reglamento Congresual, dejar sin efecto los ceses, las designaciones y los expedientes arbitrarios, permitir el regreso de quienes se fueron hastiados y después de todo ello abrir un verdadero período de debate democrático, incluidas las elecciones internas, bajo el control de órganos independientes y garantistas, no de un aparato viciado y sumisamente sectario.

Retomando la existencia de la demanda social antes mencionada y la gran cantidad de personas que se han involucrado en lo que primero fue el espíritu del Tivoli y luego el Manifiesto de UPyD, no procede dejar pasar el tiempo esperando un cambio que no llega por sí solo, ni tampoco malemplearlo en esfuerzos estériles. También sería una lástima dar por perdido ese tiempo y ese capital humano y político. Yo no pienso hacerlo y sugiero a quienes compartan esos ideales que tampoco lo hagan.

Intentar reconducir UPyD, no de una forma ilusa sino coherente, es difícil pero necesario. Tanto si se consigue como si no, no será esfuerzo perdido. Hasta el momento, lo que está sucediendo era lo previsible con la información de que se disponía. No creo que los reaccionarios puedan decir lo mismo. Veremos lo que el futuro nos depara o, mejor dicho, trabajemos para un futuro mejor, lo que tal y como están las cosas no es pedir demasiado.


(*) Recuerdo que dijo Rosa Díez, cuando la fundación de UPyD, que el magenta era un color puro y primario. En ese momento tuve el buen gusto de no contradecirla, ni pública ni privadamente. Sin embargo, los colores primarios son el rojo, el verde y el azul, que por síntesis aditiva, o sea sumando, permiten componer todos los visibles. El modelo de color se define así técnicamente como RGB, del inglés red, green, blue. El magenta es la suma del rojo y el azul y, junto con el amarillo y el cian, permite formar los demás colores por síntesis sustractiva, esto es restando de la luz blanca mediante tintes o filtros. En el caso de la imprenta suele añadirse el negro, no por necesidad teórica sino por la imperfección de los propios tintes, llamándose entonces el modelo CMYK. Supongo que el problema deriva de haber repetido lo que algún “colaborador cualificado” le diría sin realmente entenderlo. Ahora, tanto en lo organizativo como en lo jurídico, toca desenmascarar también a los colaboradores que pueden llevar este proyecto a la ruina.
(**) Existía una Teoría del origen divino del poder (basada en el evangelio de San Juan Jn 19, 1 y recogida entre otros por el Papa León XIII, en su encíclica Diuturnum illud, sobre la autoridad política, junio 1881), según la cuál los gobernantes recibían la legitimidad para el ejercicio del poder directamente de Dios. Además del origen “divino directo”, para justificar la dulcificación de las monarquías supervivientes, se acuñó la teoría del origen del poder “divino indirecto”, por la que tanto el origen era el mismo (Dios) como el destinatario (el monarca o gobernante), pero en ese camino pasaba, sin detenerse claro está, por el pueblo. El régimen de Franco, por ejemplo, decía considerarlo así. Nada diferente de los actuales populismos, tanto a nivel de estados como de partidos.
(***) Hay que reconocer lo acertado de Savater al traer a colación las herejías y considerarlas necesarias en política. Resultan llamativos los múltiples paralelismos, como por ejemplo entre la colocación de las 95 tesis en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg y la de los documentos de los “herejes” de estanoeslawebdeupyd. También las excomuniones (que no son otra cosa que expulsiones del seno de la Iglesia), los inquisidores (cabe recordar aquí la existencia de un personaje de escasa talla política pero así apodado por su conducta desde tiempo atrás), etc. Esperemos que no lleguen las hogueras y el cisma.


      Javier Carroquino Oñate
      Aragón - Zaragoza


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La soledad del imprescindible hereje


Nos lo advirtió Aristóteles: no deliberamos sobre los fines, sino sobre los medios que conducen a los fines, y elegimos lo que se ha decidido después de la deliberación. En UPyD casi todos tenemos claros nuestros fines, recogidos en el Manifiesto Fundacional, pero ha estallado un conflicto en torno a los medios que debemos aplicar para promover esos fines.


Algunos, muchos tal vez, y entre ellos la actual Dirección, conciben el Partido en la herencia del pensamiento leninista: como un partido instrumental, una herramienta férrea para conseguir esos fines comunes, subordinada a una intelligentsia que piensa por su militancia y la sustituye políticamente (Trotsky dixit). Recordemos como en “¿Qué hacer? Problemas candentes de nuestro movimiento” (Lenin, 1902), se proscribe la libertad de crítica, con unas palabras que cualquier inadvertido lector podría sin problemas atribuir a nuestros líderes, sobre todo tras el patético sermón con el que no hace mucho nos castigaba uno de ellos. Para no ser menos brindo este texto a tan ilustradas plumas, que además podrán hacer uso de él en bruto:



La “libertad de crítica” es, sin duda, la consigna actualmente más en boga, la que con más frecuencia se emplea en las discusiones (…). A primera vista, es difícil imaginarse algo más extraño que esas solemnes alusiones a la libertad de crítica hechas por una de las partes contendientes. “¡Aquí pasa algo!”, se dirá toda persona ajena a la cuestión, que haya oído la consigna en boga, repetida en todas las encrucijadas, pero que no haya penetrado aún en el fondo de las discrepancias. (…) Todo aquel que no cierre deliberadamente los ojos tiene que ver por fuerza que la nueva tendencia “crítica”, (…), no es sino una nueva variedad del oportunismo (…). “Dogmatismo”, “doctrinarismo”, “fosilización del Partido, castigo inevitable por la opresión violenta del pensamiento”, éstos son los enemigos contra los cuales arremeten caballerescamente (…) los campeones de la “libertad de crítica”. (…)Vemos, pues, que las frases sonoras contra la fosilización del pensamiento, etc. disimulan la despreocupación y la impotencia en el desarrollo del pensamiento teórico. El ejemplo (…) ilustra con particular evidencia un fenómeno europeo general (…): la famosa libertad de crítica no implica la sustitución de una teoría por otra, sino la libertad de prescindir de toda teoría coherente y meditada, significa eclecticismo y falta de principios.


Sabido es cómo acabó la aventura, y qué calamidades trajo a la Humanidad el que un movimiento imprescindible de liberación acabara, en nombre de la eficacia y el dogma, renunciando a respetar la libertad y la disidencia, extirpándolas de raíz y consagrando el más absoluto culto a la personalidad.


Pero algunos hemos nacido irremediablemente herejes (vaya, que somos, aunque no estemos, hairéticos perdidos), quizás por maldición genética, o tal vez y ojalá fuera cierto , por elección personal razonada. Y es que la funesta manía de leer y razonar conduce sin duda al extravío. Afortunadamente, Savater nos ha recordado que “oportet et haéreses esse”, y que “a quien le incomodan las perplejidades porque turban su placidez sectaria, los herejes sólo le despiertan ansias inquisitoriales y exterminadoras; pero a los capaces de pensar por sí mismos, aunque guarden fidelidad a su familia ideológica, los herejes les ayudan a conocer mejor las razones, los límites y sobre todo las posibles alternativas razonables de su compromiso”. (¿Cómo? !Ah¡, que dicen que lo que ha querido decir es que nos quemen…lo dudo. Reivindico mi exégesis personal y, en todo caso, es oportuno recordar que los textos pertenecen a sus lectores).


Lejana la dictadura franquista, y pese a nuestra sólida reticencia a integrarnos en ningún bando una vez acabados aquellos funestos tiempos, algunos decidimos hace apenas dos años dar un paso adelante y sumarnos a un nuevo proyecto político que nos sedujo con su nacimiento, tal vez por la concurrencia de unas circunstancias nacionales que juzgamos graves. El proyecto prometía ser distinto, abordar una regeneración profunda, dar ejemplo de Partido radicalmente democrático y reunir en su seno un manojo de librepensadores y personas caracterizadas (aparentemente) por su honestidad y lucidez intelectual, a las que respetábamos profundamente por su trayectoria social.


Y ahora, ¿qué nos está pasando? El éxito nos ha inundado de manipuladores profesionales, iracundos vociferantes para los que todo crítico es un ambicioso que debe ser expulsado, tipos sin formación que están haciendo abandonar el proyecto a personas de la talla intelectual de M. Buesa y recreando aquello de que “el que se mueve no sale en la foto”. Y esto sucede en un Partido al que vinimos confiando en encontrar, junto a una dirección sólida e inteligente, el ágora de expresión más libre y lúcida de la sociedad española. No hay más que echar una ojeada a la portada de nuestra web nacional  antaño eficiente herramienta de comunicación y hoy callada ante los sucesos por los que todos se preguntan , reducida a álbum de fotografías de nuestros supremos líderes, colección de redirecciones a sus blogs y con algún que otro artículo que exhibe una indigencia intelectual que asusta; donde, por poner un ejemplo reciente, se arremete contra los críticos por ser ¡varones, maduros y feos (con “más años humanos (?) que Carracuca” y “en absoluto esclavos de su imagen”)! En fin, algunos siempre nos apuntaremos a las causas perdidas, así que, mientras me demuestren con luz y taquígrafos su perversidad, en un proceso justo, aplicaré la presunción de inocencia y me situaré a su lado, y no porque asuma sus propuestas, sino porque, ante todo, la mía es que ellos también son parte del proyecto, y tienen derecho a ser oídos y a plantearse como alternativa (y que les vote quien quiera).


Entre el poderoso y el débil, y mientras se dilucidan los conflictos, el que necesita apoyo es siempre el segundo. Me resultó insoportable su triste presencia el pasado sábado, arrojados a la calle, solos bajo el implacable sol, proscritos, dignos en su soledad más absoluta. No debimos ser más de tres los miembros del Consejo Político que, al percibir su presencia, osamos salir a saludarlos, a preguntarles qué estaba pasando, por qué no habían podido entrar al Consejo del que forman parte. ¡Pero si son compañeros!, ¿no se merecían siquiera una palabra cortés? Claro que algún esbirro vigilante permanecía atento a distancia, tomando cumplida cuenta de todo movimiento. ¿Y éste es el partido de los rebeldes, de los que habían venido a clamar contra la prepotencia usual en el resto de partidos políticos?


Me resulta insoportable la idea que algunos pregonan ya de que este proyecto comienza a configurarse como un partido más, similar a los grandes. Reaccionemos, por lo que nos unió: el propósito firme de regenerar la sociedad, de constituirnos en un partido distinto, de alumbrar otra forma de hacer política. Estoy convencida de que todavía estamos a tiempo, de que las heridas pueden curarse, de que el cúmulo de despropósitos que la soberbia de unos pocos está generando tiene vuelta atrás; de que arriba, donde se toman las decisiones, hay todavía personas sensatas que son conscientes de que en este proyecto los únicos que no caben son aquellos que no asuman nuestro Manifiesto Fundacional o contra los que se puedan demostrar corrupciones o delitos, con pruebas y en procesos donde se respeten absolutamente todos sus derechos; todo ello, por supuesto, con independencia de su grado de servilismo y culto al líder o, por el contrario, de su espíritu hereje e iconoclasta.


Y es que a los pobres herejes, siempre en minoría, ingenuos creyentes en los grandes y poco prácticos ideales, perdedores habituales, en las democracias basta con castigarnos en las urnas. Incluso, me permito sugerir, podemos lucir desde el ostracismo interno como ornamento democrático, tontos útiles que quizás no aplaudan pero dan cierto lustre. Simplemente, por ejemplo, para que las votaciones no acaben siendo todas por unanimidad, que es algo que, visto desde fuera, oiga, como que desluce bastante.

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Mi Decálogo


Este es un artículo que ya publiqué en mi blog personal a finales del pasado Enero; voy a volverlo a publicar, revisado, en este blog colectivo por eso de la vagancia canicular y por la vigencia de su contenido.

Creo que cada ser humano, consciente o inconscientemente, debe tener su propia declaración de principios, una especie de Manifiesto personal en el que deje bien sentado, por si alguna los palos de la vida le hacen dudar, qué piensa sobre muchos de los temas trascendentes y sobre algunos de los más triviales. La coherencia personal de cada individuo se podrá medir comparando la diferencia resultante entre lo que decía pensar sobre estos principios y lo que realmente hizo al respecto. Vamos, que aquel que se declaraba como virtuoso de la honestidad y resultó ser un chorizo integral, obtendría un gran diferencial entre su autodefinición y lo que sus actos demostraron; esto es, mostró una terrible y abultada incoherencia.

En esto de los principios deben existir dos escalas: una tendría en cuenta la relevancia que uno le otorga a cada principio, lo fundamental que ese principio es para cada uno; otra, la firmeza de esas convicciones asumidas, lo madurados y apoyados en argumentos sólidos que están esos principios.

Así que, sin ánimo de pontificar sobre nada, a continuación os expongo mi particular decálogo, mi propia norma de conducta o principios que, como comprenderéis a lo largo del texto, son los que son, no hay más al respecto. Todo ello, sin intención alguna de imponer nada a nadie pero me sentiré pagado si algunos de mis principios os son de utilidad. Añado alguna acotación como recomendación fruto de mi propia y reciente experiencia personal.


  1. No existen dogmas intocables.- Salvo el respeto por la vida, los derechos humanos y principios como la libertad, la igualdad y la paz, todo puede y debe ser cuestionable: reglamentos, organización interna, programas, liderazgos, alianzas.
  2. La lealtad se debe a los principios, no a las personas.- Son los principios contemplados en nuestra carta magna particular, el Manifiesto Fundacional, los que deben recibir nuestra fidelidad, que no fe ciega, cuanto más razonada, mejor, más profunda serán nuestras convicciones. Las personas cambian (*) y renuncian a dichos principios por espurios intereses. Esto no quiere decir —que todo hay que aclararlo—, que no deba existir lealtad al compañero, con responsabilidad o sin ella, sino que en caso de duda, son los principios, y no las personas, los que deben prevalecer. (*) Sobre todo después de tocar poder.
  3. Trabaja, trabaja y trabaja.- Lejos del cínico "el trabajo os hará libres" de Auschwitz, un partido como UPyD que nace de un movimiento ciudadano, se construye, junto con el trabajo de los líderes, con la entrega y el trabajo de miles de afiliados y simpatizantes; siendo fundamental el trabajo de estos últimos(*) para expandir nuestro ideario entre la ciudadanía. Por ello el colaborar en la actividad del partido, refuerza tu derecho a exigir respeto. Es el cumplimiento de nuestras obligaciones ciudadanas el que legitima la exigencia de nuestros derechos. (*) No permitas que nadie se atribuya el fruto de tu trabajo, si lo hace contigo, lo hará con otros.
  4. Lucha por lo que crees y no te apegues a los sillones, dimitir es sano.- Si estás convencido de la bondad de tus propuestas, defiéndelas allá donde tengas derecho a hacerlo (*), no permitas que nadie reprima tu derecho a hacerlo y, si así ocurriera, denúncialo, interna o públicamente. Nadie en el partido puede ordenar realizar una actividad contraria a la ética y a nuestro Manifiesto. Así que si observas cualquier acción de este tipo, comunícalo al órgano pertinente y, si no eres oído, públicamente a la afiliación. Si en el ejercicio de cualquier responsabilidad, cometes algún error de cierta relevancia, ofrece tu dimisión o hazte cargo de la responsabilidad ante quién te la haya otorgado. Si el error es importante, dimite directamente asumiendo tu responsabilidad. Dimitir, es una obligación en el decente y sólo una estupidez para el indigno, y ya va siendo hora de que lo sepamos transmitir a la sociedad con el ejemplo. (*) Procura aclarar públicamente, en algún foro o blog muy visitados, tu propuesta y su finalidad para que nadie por ignorancia o intencionadamente, mal interprete tu actitud y/o propuesta.
  5. Regenerar la Democracia exige regenerar la sociedad.- Todo nuestro ideario y, por tanto, nuestro trabajo van destinados a regenerar nuestra democracia pero sería un error de necios no tener claro que para ello deberemos comenzar por regenerar a la propia sociedad española ya que la política no deja de ser un reflejo de nuestra sociedad. Esto mismo debe ser reflejado en nuestro comportamiento personal. Como en todo, más convence el ejemplo que las palabras.
  6. No se puede ser regenerador y "marxista" (de los de Groucho).- La famosa frase atribuida a Groucho Marx: "Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros" es incompatible con un posicionamiento auténticamente democrático y regenerador. Rodéate de compañeros que tengan todas las ideas del mundo pero que carezcan de "segundo juego de principios"(*) para sustituir los primeros; será la garantía de que, si te equivocas, ellos tratarán de impedirte que lo hagas o, en su caso, de que las consecuencias no lleguen a ser irreparables para el partido, en vez de ayudarte a responsabilizar a otros de tu fallo. (*) Respecto a los que tienen tantos principios como le hagan falta, los "marxistas" o "aparateros", un serio consejo no te fíes nunca de ellos, terminarás por lamentarlo.
  7. En política no existe la "obediencia debida".- Si la tarea que te encomiende un responsable no se ajusta a la ética y los principios contemplados en nuestro Manifiesto, niégate a realizarla y denúncialo en el partido. Estás en tu derecho y es tu obligación. No aceptes nunca labores de comisario político. La disciplina, como obediencia debida, para autojustificar cualquier sucio abuso, no es una argumento en democracia.
  8. Soberbia, ineptitud, servilismo, estupidez, las cuatro pestes del político .- Hay otras "enfermedades" que debieran desaconsejar el apoyo político a cualquiera que muestre sus síntomas pero son estas cuatro las más abundantes y demoledoras por el daño que pueden causar, y sin duda causarán, a la consecución de los fines de UPyD. Si una responsabilidad te viene grande, situación que no es nada vergonzosa, renuncia a tiempo; además de honrarte, evita que otros finalmente te echen.
  9. Cuídate de los sectarios y desconfía de los conversos a lo San Pablo.- Sectarios, los hay en todos los partidos y el nuestro no es una excepción; no han razonado su afiliación, no les hace falta, lo hacen por fe en el lider, en las siglas u otro referente; incapaces de actuar por principios, precisan de consignas y, en manos de gente sin principios, se vuelven peligrosos. Respecto a los conversos repentinos, "ver la luz y creer", si ya es bastante difícil de tragar a los ojos de la fe religiosa —sólo concebible para el sectario—, mucho más desde la óptica de un partido laico. Tiende la mano pero sé precavido con las convicciones democráticas de estos "conversos". Quién ayer, tan sólo ayer, defendía la inmersión lingüística o la exclusión del diferente, hoy no puede tener el aplomo necesario para defender a los discriminados, salvo que sea un gran farsante.
  10. No seas un bocazas.- Si alguna vez tienes una responsabilidad que te obligue a hacer declaraciones públicas, será un buen ejercicio empaparte de nuestro Manifiesto Fundacional, los Estatutos y los Programas del partido. Piensa bien lo que vas a contestar, recuerda que siempre es mejor un a palabra de menos que una de más y habla lentamente. Si eres portavoz, debes saber diferenciar claramente entre lo que sería tu legítima opinión personal y lo que es una postura oficial del partido. Tu opinión personal aunque dejes claro que es eso, "personal", puede lastimar seriamente la imagen del partido, por tanto no descartes respuestas como "aún estamos debatiendo para fijar la posición oficial de UPyD, al respecto".
A todo esto, hoy deseo sumar una muy personal observación final: No te dejes impresionar por cátedras constitucionales o filosóficas, ni por profesores que no ejercen, ni por cualificados profesionales. En el mejor de los casos, sus puestos son sólo fruto del estudio o de la suerte, pero no les garantiza coherencia ni ética personal alguna. Al final, los herejes o regeneradores son más coherentes que los ortodoxos o pretorianos.


      Juan Espino
      Madrid - Rivas
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